domingo, 23 de junio de 2013

Bar Casa Vilaronta

BAR CASA VILARONTA

 Ribadeo (Concello de Ribadeo) Lugo


Llega el buen tiempo y la guía mikikín aumenta su radio de acción. Hoy nos hemos acercado hasta la comunidad vecina, Galicia, y más concretamente a su primera villa nada más abandonar Asturias: Ribadeo.

Ribadeo es una villa turística que ha experimentado un boom turistico en las últimas dos décadas que la ha llevado a convertirse en un punto de referencia, no sólo de la mariña oriental lucense, sino también de la mariña occidental asturiana. Además tiene una peculiaridad que hace que los fines de semana se llene: su comercio abre los domingos por la mañana. Para llegar a Ribadeo debes coger la la autovia A-8 y, nada más entrar en Galicia, es el primer pueblo. 

Ribadeo es muy conocido por las tapas y los pinchos que acompañan gratuitamente el alterne a diario. Pero también lo es por un local donde, según cuentan los entendidos, se come el mejor pulpo a la gallega de todo Galicia. Ese es el Bar Casa Vilaronta, nuestro destino de hoy.




Se trata de una tasca típica gallega, muy pequeña, con apenas seis mesas muy pegadas dentro y, si el tiempo lo permite, un par de ellas fuera. Su éxito radica en una carta extremadamente corta (pulpo, calamares, chipirones, zorza, lacón y empanada) con producto 100% gallego y que dominan. Son raciones sencillas, sin muchos adornos ni presentaciones de lujo, pero con un sabor inmejorable. 

Normalmente, desde la una del mediodía tienen todo lleno y no reservan, así que si tienes suerte y encuentras una mesa libre, te ahorrarás la odisea de esperar mesa. En el caso de que esté lleno, habla con los dueños, que no son precisamente la alegría de la huerta, y te darán una hora para comer. Aunque luego esa hora puede alargarse considerablemente y darte las 4 de la tarde y aún no haber empezado a comer. En cualquier caso, si sucediese esto, tienes enfrente el Bar La Sifonería, con buen vino y muchas tapas y pinchos gratis para ir haciendo boca, o  de lo contrario es fácil que puedas llegar a agobiarte.


Como tardaban en sentarnos, desde la barra lo primero que pedimos fue el pulpo a la gallega y, como siempre, no fallamos. Espectacular, buenos trozos, con el punto de cocción justo , regados con un buen aceite de oliva y con su pimentón picante por encima espolvoreado. Ah, y sin esas patatas cocidas ridículas que en tantos sitios se empeñan en poner para hacer parecer más grande la ración. Junto con el del Bar de Suso, en la Playa de Patos (Nigrán, Pontevedra) el más rico que comí en mi vida.


Una vez sentados, ya acompañamos el pulpo con calamares y chipirones a la romana. En ambos casos, excelentes, aunque un escalón por encima los chipirones, limpios y troceados, y con un rebozado fino, de los que no les mata el sabor. Muy recomendados si eres fanático de ellos. Pedirlos es ir a tiro fijo por cantidad y calidad. Ojo con las raciones que son más bien abundantes.


Y para finalizar, el postre típico y yo diría que hasta mítico de este sitio: queso de tetilla, con membrillo y nueces. La verdad es que lo pedimos casi por obligación, pues el flan se había terminado, pero bien que nos gustó.

Al final fuimos a pagar y de risa. Las raciones de pulpo a 12 €, las de calamares y chipirones a 9 y el postre 4. Junto con la bebida, salimos a menos de 15 € por cabeza, muy bien. 

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